lunes, 29 de agosto de 2016

VACACIONES EN EL MAR

Todos los que empezamos a tener una cierta edad recordamos con cariño aquella serie de televisión de finales de los setenta y principios de los ochenta, “Vacaciones en el Mar” o “The Love Boat”, el barco del amor. La sintonía de la serie te llevaba directamente a la cubierta del “Pacific Princess” ( https://www.youtube.com/watch?v=m_wFEB4Oxlo ). Seguramente la mejor promoción de cruceros que se ha hecho nunca. Sin querer ser demasiado exhaustivo en los detalles, se veían elementos promocionales sin lugar a dudas. La bienvenida a bordo a los clientes por parte de los oficiales del barco, las actividades en alta mar, las cenas y bailes, la cena en la mesa del capitán Merrill, las excursiones a tierra y algún otro elemento subliminal como la seguridad a bordo con el siempre presente doctor Adam.

Hoy en día muchos de esos elementos siguen estando presente cuando uno elige pasar unas vacaciones en el mar en familia, con amigos, en pareja y porque no solo también.
Los cruceros se han popularizado y cada año la cifra de cruceristas crece, lo mismo que el tamaño de muchos de los barcos de las grandes navieras, las más populares, en contraposición a las más pequeñas y exclusivas que quieren mantener el esplendor y lujo de aquellos viajes del principios y mediados del siglo XX, cuando por placer solo viajaban un número limitado de personas. Nombres como el RMS Olympic (hermano del RMS Titanic), el Ille de France, el Normandie o el primero de los Queen Mary, escribieron la primera edad dorada de los cruceros.

Si uno busca hoy cruceros, las opciones son casi infinitas, todo dependerá de varios factores como por ejemplo del tiempo que se disponga para elegir uno de tres noches o dar la vuelta al mundo en ciento ochenta días. Lo cierto es que los más usuales son de siete o quince días.

Una vez elegida las fechas, lo siguiente es a donde ir, Mediterráneo, Báltico, Norte Europa, Caribe, Australia, Asia, Alaska, transoceánicos, nuevamente aquí también las opciones son amplias y dependiendo de las fechas elegidas se podrán hacer unos u otros.

Una de las decisiones más importantes, al menos para mí, es el barco. Desde luego no todos son iguales ni ofrecen los mismos servicios. En esto de elegir barco, el tamaño sí importa. Cuantos más servicios y atracciones más grande es el barco y más gente va en él. Si mi memoria no me falla, hoy el crucero más grande del mundo es el Harmony of the Seas, de la naviera Royal Caribbean. Este barco tiene capacidad para 6.400 pasajeros y 2.700 tripulantes, cuenta con un parque acuático para niños, tobogán de 33 metros, jardines tropicales, antiteatro al aire libre, spa, pared de escalada y muchas mas cosas además de ser un barco que cuenta con las ultima tecnología disponible tanto para el cliente como para la tripulación encargada de manejarlo.

En el otro lado, cruceros más exclusivos, caros, y más pequeños como los de la Silversea   Regent o Crystal Cruises. Según algunos el crucero más lujoso y exclusivo del mundo es el “Crystal Espirt” con capacidad para 62 pasajeros, pero seguro que según a quien preguntes dirá que es otro, en estos niveles es difícil el fijar un único criterio.

Llegados a este punto, el presupuesto disponible juega también su papel. Mesclando todos estos elementos seguro que encontramos el crucero que cumpla nuestra expectativas.

En las vacaciones en crucero también existe división de opiniones. Están los “fans”, aquellos que año tras año, y a veces más de una vez al año, eligen este modelo para disfrutar de su tiempo libre. Es cómodo, es agradable y te permite ver un poquito de todo en las escalas que haga el barco. No tienes que hacer y deshacer la maleta, etc.

En el otro lado los que no les gusta el formato, no creo que nadie esté en contra de los cruceros. Por qué marean, porque simplemente quieren vacaciones más activas o porque consideran que no se puede ver Roma, Paris o San Petersburgo en 4 horas. Y eso es cierto, pero siempre puedes volver.

Algunos datos de esta industria, España se consolida en el mercado internacional de cruceros con más de seis millones de cruceristas en 2015, el segundo de Europa como receptor, y también el segundo como puerto de embarque con 1,3 millones de pasajeros, según los datos de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros. Toda esta actividad género en nuestro país casi 30.000 puestos de trabajo. A estas cifras habría que añadirle los más de 1.300 millones de gasto directo. Desde luego una actividad en alza y que año tras año mejora sus cifras, no en vano cada vez más son las personas que se incorporan al mundo vacacional en general, y al de cruceros en particular también.

No cuesta nada cerrar los ojos, escuchar la sintonía de “Vacaciones en el mar” de fondo y trasladarte por un instante a la cubierta del “Pacific Princess” para disfrutar en buena compañía de la travesía elegida, y quien sabe quizás pronto puedas disfrutarlo, soñar no cuesta nada.

@RicardoFPA

lunes, 22 de agosto de 2016

MESA Y MANTEL




Debo de reconocer mi respeto y admiración por todas aquellas personas que de manera sistemática son capaces de escribir sobre gastronomía, unos con más acierto que otros, pues en esto de la gastronomía, como en el futbol, todos nos creemos expertos.

Que la gastronomía es un elemento singular de un país es casi tanto como decir que todos los días amanece. La gastronomía define la idiosincrasia de un pueblo, y suele ser consecuencia de la evolución del mismo. Estoy pensando sobre todo en esos platos tradicionales que fueron surgiendo por la imaginación y necesidad de alimentar a una familia cuando todo prácticamente escaseaba. La inventiva de nuestras abuelas, y antes que ellas sus propias abuelas, ha ido creando platos singulares que con el paso del tiempo se han ido adaptando a los nuevos gustos de nuestro paladar. Antes más ricos en grasas o en azúcar, hoy con el cuidado al cuerpo y la salud más ligeros pero igual de buenos y contundentes.

Yo me confieso apasionado de la cocina, de la cocina de mi casa y de la cocina para mis amigos, que es muy distinto a tener que cocinar todos los días por obligación, y aquí es donde entra la profesionalidad de nuestros cocineros, ellas y ellos. No es lo mismo disfrutar buscando recetas, comprando ingredientes, investigando, preparando y degustando en buena compañía, que hacer todos los días el ejercicio de dar de comer a unos cientos de personas para desayunar, almorzar y cenar. Todo un reto.

Se estarán preguntando que toda esta introducción para llegar a donde, pues a una realidad, la gastronomía es un elemento que se debe cuidar en un destino turístico. Pero debemos distinguir entre destinos gastronómicos y la gastronomía de un destino.

Un destino gastronómico es aquel que ha conseguido por méritos propios un reconocimiento internacional y que hace que los turistas vayan por su cocina, sus productos. En este grupo podríamos incluir, en mi opinión, al País Vasco, o la Rioja. Dos zonas de nuestro país que atesoran una gran tradición y algunos de los mejores sitios del mundo para comer, algunos premiados y otros muchos no tan reconocidos pero que sin lugar a duda hacen de la experiencia de un viaje gastronómico una aventura en sí mismo.

La gastronomía de un destino es otra cosa, es lo que abunda, es un complemento a la oferta turística pero no es un elemento decisivo a la hora de elegir unas vacaciones, pero también es importante, porque ya que se va a un sitio lo que cualquier turista con una mínima inquietud quiere es probar lo “típico” de la zona, o ¿no?

Leía hace unos meses en Hosteltur un artículo sobre la importancia de la gastronomía para un destino turístico y cuáles eran los elementos clave. Se mencionaban tres, potenciación de la gastronomía local, formación a los profesionales y el cuidado de la nutrición. Estoy de acuerdo con esos tres, y quizás alguno más. El potenciar la gastronomía local va de la mano con potenciar el sector primario, que los productos sean de la zona es determinante para que la gastronomía local sea “local de verdad”. Egoístamente el turismo y sector primario se deben beneficiar mutuamente, unos por disfrutar el paisaje y el entorno para el turista y el otro por tener la capacidad de vender sus productos para el turista.

Sobre la formación, es evidente que también, uno debe saber los pasos y trucos de las recetas de la zona para no engañar al usuario. Y la nutrición, quizás un elemento cada vez más importante, y que se debe prestar atención a otros aspectos también importantes como las alergias, la comida para celiacos, etc.

Que España es un país con una riquísima y abundante gastronomía es decir nuevamente una obviedad. Dando un repaso por nuestra geografía estoy seguro que somos capaces de ir nombrando platos, productos de obligado consumo en una visita a la zona. Unos con mayor grado de elaboración, creatividad y diseño, y otros tan simples que son imposibles mejorar.

Pero como en todo, en la variedad está el gusto, y eso no quita para también puedan coexistir, y con gran éxito, restaurantes de todo tipo en nuestras zonas turísticas. Un mejicano, italiano, japonés o libanes enriquecen nuestro conocimiento y experiencia gastronómica.

Debemos ser capaces de defender lo nuestro, respetando lo de otros. Si preguntamos en diferentes lugares seguramente en cada uno de ellos sus productos sean los mas singulares, los mejores, como no podría ser de otra manera. En definitiva, estamos orgullosos de lo que podemos ofrecer y tenemos argumentos para defenderlos no sin ponerle pasión, como ocurre en la cocina.

Por eso, a la hora de poner “mesa y mantel” seamos autenticos, busquemos el agradar y cautivar a nuestro huésped, que él seguro se llevará un buen recuerdo de su visita a nuestra casa.


@RicardoFPA 

lunes, 1 de agosto de 2016

EL “MOMENTO DULCE” DEL TURISMO




No recuerdo quien fue el que acuño hace unos años la expresión “momento dulce del turismo”, desde luego si la hubiese registrado (y se pudiera) habría ganado unos cuantos euritos porque mes tras mes la frase se sigue repitiendo desde hace más de cinco años.

Pero lo cierto es que esa frase tiene su razón de ser en las cifras del turismo en nuestras islas. Publicadas hace escasos días en la prensa los datos correspondientes al primer semestre dan como resultado que hemos crecido en estos seis meses un impresionante 12% según el Instituto Nacional de Estadística. Cataluña recibió unos 7,7 millones de turistas extranjeros, le sigue Canarias con 6,4 millones, y en un tercer puesto Baleares con 5 millones de turistas.

Por nacionalidades, nuestros fieles turistas británicos, el Reino Unido ocupa con diferencia la primera posición a nivel nacional, casi 8 millones de británicos (7,9 mill) han venido este año hasta junio, le sigue Alemania con unos 5 millones y en tercer lugar nuestro vecino Francia con 4,6 millones.

Y mirando al frente… ¿Que? Pues que seguiremos viviendo un momento dulce, las patronales turísticas canarias afirmaban que este verano “va a ser la bomba”, las expectativas y sobre todo las previsiones son más que buenas, excelentes. Hace ya unas semanas decía que iba a serlo,  y es que las previsiones de plazas de avión para Canarias son el mejor indicador de lo que se cuece en el sector. Ese dato muestra un incremento de casi 1.1 millones de plazas aéreas más que el verano anterior, un 20% mas. Con estas previsiones y ya metidos de lleno en la temporada veraniega se puede decir que ser un gran verano para Canarias.

Siempre es mejor trabajar con optimismo que con pesimismo pero tampoco es bueno el que pensemos que esto será siempre así por que no lo será. Sin quitar una sola brizna al trabajo que vienen realizando desde hace tiempo los empresarios, tanto en la promoción como también en la renovación de sus empresas, y al apoyo que desde las distintas administraciones publicas también hacen en temas de promoción y mejoras de las infraestructuras, lo cierto, lo realmente cierto es que el contexto internacional nos está favoreciendo como nunca.

Siempre he dicho y mantengo que Canarias tiene los recursos suficientes para poder competir, no sin esfuerzo, con cualquier destino. Desde nuestro principal atributo natural, el clima, el mejor clima del mundo, hasta nuestra variada y competitiva oferta alojativa pasando por el ocio, la restauración etc. Pero qué duda cabe que el “momento amargo” de nuestros principales competidores algo tiene que ver en nuestras buenas cifras. Egipto, Turquía o Túnez están en “sus horas más bajas” como decía Winston Churchill en los peores momento de la batalla de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, y eso está teniendo consecuencias no solo en Canarias, sino también en España en general que crece también por encima de los dos dígitos.

Sin querer ser demasiado solemne ni tampoco abusar de los superlativos, este verano va a ser espectacular. Y con ese impulso entraremos de lleno en un invierno igualmente bueno. Ya se empiezan a oír voces de que pronto llegaremos a los 14 millones de turistas, es evidente que el entusiasmo y el optimismo reina en nuestro principal sector. Pero aun a sabiendas de parecer pesado y reiterativo, esto cambiara en dos, en tres años…yo sinceramente espero que las buenas cifras nunca cambien por todo lo que está en juego, pero eso sí, no a costa de las desgracias y los problemas de otros.

Canarias sigue viviendo su momento dulce, pero todos sabemos que mucho dulce empacha.