lunes, 5 de diciembre de 2016

¡UNO PARA TODOS!… ¡Y TODOS PARA UNO!...

Esta frase que aparece en el conocido libro de Alejandro Dumas “Los Tres Mosqueteros” y que simbolizaba el juramento de los mosqueteros al Rey de Francia, así como su grito de guerra, bien podría ser también en los tiempos actuales el eslogan de la promoción de España, de sus diferentes comunidades autónomas, diputaciones provinciales, cabildos insulares y de los municipios turísticos.

En tiempos de globalización parece innecesario e ineficaz el volver a tiempos pasados donde se argumentaba la singularidad como motivo para “ir por libre” en las promociones turísticas. Cuando lo que realmente se quería decir era que la motivación era “la política del hacerse notar” y el conseguir una “foto” en los medios locales. Esto ha sido tónica generalizada y en muchos casos lo sigue siendo, y algunos municipios se están planteando retomarlo. A veces no se entiende que la promoción debe ser profesional, siguiendo los parámetros de eficiencia y eficacia, y no improvisada o errática.

Pero en clave positiva vayamos de lo general a lo concreto. La marca España es sin dudas un paraguas para todos los destinos que lo conforman. Es cierto que en según qué mercados la imagen de cada uno de los destinos es mejor o más conocida que la propia marca España, pero no deja de sumar. Además, también para según que mercados ayuda a ponernos en el mapa. Sobre todo, para los potenciales mercados asiáticos. China, Japón, India, son destinos de interés para la marca España para Madrid, Barcelona, Sevilla o Salamanca. Quizás no tanto para Mallorca, Fuerteventura o Tenerife. ¿Alguien se le pude ocurrir hacer una promoción en estos mercados sin el apoyo de la marca España? Desde luego no si se basa en criterios profesionales. Pero no lo sé si se justifica bajo otros parámetros que buscan otras cosas.

Pero algo que no se puede obviar por el Estado es que las competencias en materia de turismo están en manos de las comunidades autónomas. La marca España se debe conformar por la suma de los puntos fuertes de todas sus zonas turísticas, al menos las de mayor número de visitantes, pero incluyendo también esa amplia diversidad que tienen otras zonas menos turísticas, huyendo de tópicos y mostrando la nueva realidad turística.

Dentro de las comunidades existen distintas velocidades, y no me refiero en el ámbito competencial amplio, sino a la hora de entender la promoción turística. Afortunadamente aquí también van cambiando las cosas, se deben buscar criterios y objetivos dejando de lado “el caprichoso soplar del viento”, evitando tomar decisiones de corto recorrido y poco o ningún sentido de utilidad promocional. Pero todavía queda mucho por hacer, no nos engañemos, ni nos hagamos trampas al solitario.

Cabildos Insulares y Diputaciones, también participan en la promoción turística, en algunos casos junto a la comunidad otras por su cuenta. Dos factores a destacar; la existencia o no de sintonía política para plantear una estrategia conjunta y el peso propio que como marca puedan tener como ocurre por ejemplo con los destinos insulares.

Finalmente, llegamos al ámbito municipal. Los ayuntamientos son parte fundamental, en ellos es donde se desarrolla propiamente la actividad turística. ¿Deben ellos hacer también la promoción? ¿O deben centrar sus escasos recursos en mejorar el destino en sí mismo? Tener un entorno amable para el turista (y para el residente) sí que es claramente su competencia y desde luego tiene más incidencia en la fidelización del turista que una campaña de promoción de dudoso resultado.

Creo firmemente en la suma de iniciativas y en la optimización de los siempre muy escasos recursos que todos los gobiernos del ámbito que sea destinan realmente al sector turístico. Es la única forma de poder competir con otros destinos en otros países con más medios en la mayoría de los casos que nosotros. Por eso debemos, en mi opinión, hacer del grito de guerra de los mosqueteros el eslogan que marque las actuaciones turísticas en los próximos años, ¡uno para todos!… ¡y todos para uno!


@RicardoFPA

lunes, 28 de noviembre de 2016

¿TURISTAS PRESTADOS? TURISTAS A CONVENCER.

Somos un país que tenemos poca o ninguna confianza en nuestros propios méritos y aciertos, y esto se repite una y otra vez. Esta semana se hacía público un informe elaborado por BBVA Research cuyo titular podría ser “España, un país turístico de prestado” o como realmente dice el informe “Afectan las tensiones geopolíticas en mercados competidores al turismo español”.

España cerrara casi con toda seguridad este año con un nuevo record de 72 millones de turistas y esto tiene distintas causas. Una de ellas, el mercado ha crecido, como ya dijo durante la Primavera Árabe de 2011 la Organización Mundial del Turismo. La mejora de las economías y del nivel de vida en distintas regiones hace que la aspiración a viajar por ocio aumente significativamente. Es decir, el total de personas que viajan aumenta y por tanto los incrementos del turismo en nuestro país y en algunas zonas como Canarias, Baleares o Cataluña no guardan relación directa con las situaciones externas en otros destinos. Pero si es cierto que tienen alguna relevancia.

El informe del BBVA Research señala precisamente como la primera de las causas del crecimiento español la clara tendencia positiva del turismo internacional que desde 2010 ha crecido a tasas superiores al 4% por encima de la media histórica. Es decir, más gente viaja.

Otro factor significativo ha sido nuestra relación calidad-precio o como lo define el informe, “la economía española ha experimentado una importante ganancia de competitividad-precio como consecuencia de la depreciación del euro, las reformas implementadas y las menores tasas de inflación”. Esto viene a significar que el sector turístico tiene una mayor capacidad de adaptación a las circunstancias que otros sectores productivos.

También la mejora de los índices de seguridad ciudadana tiene su relevancia. El argumento de la seguridad es uno que a mi particularmente no me gusta mencionar o resaltar, ya que eso puede cambiar en cualquier momento y sin previo aviso. Pero si es cierto que los estándares europeos en todos los sentidos juegan a favor del destino y trasmiten, en conjunto, ese elemento tan necesario para el desarrollo turístico como es la seguridad global. Es precisamente este factor lo que está haciendo que destinos competidores como Egipto o Túnez, y más recientemente Turquía estén sufriendo sus consecuencias. Pero también que Francia, con los últimos atentados, haya sufrido la caída en sus visitantes.

Ante este panorama se nos plantean varios caminos a seguir. El pensar que todo es mérito nuestro y no hacer nada, con lo que en un corto/medio plazo perderemos parte del turismo que hemos ganado estos años. O, por el contrario, intentar dar lo mejor del destino para fidelizar a los turistas “prestados” y que no nos habrían elegido como primera opción. No tengo duda que todos elegimos la segunda, máxime cuando nunca es grato el sabor del éxito por las desgracias ajenas. Creo sinceramente que España en su conjunto, y particularmente cada una de sus zonas turísticas, pueden competir con argumentos suficientes para defender unos resultados turísticos satisfactorios sin necesidad de apoyarse en las desgracias ajenas.

Las formulas son conocidas y repetidas una y otra vez para intentar fidelizar a los turistas “prestados”. Aumentar la diversificación, reducir la estacionalidad, mejorar la competitividad, mejora de la formación… Argumentos marcados a fuego y que se repiten en todos los ámbitos, tanto políticos como empresariales. Modestamente yo creo que lo que tenemos que hacer se podría resumir en una frase, “escuchar al cliente y darle aquello que demanda”.

Debemos tener mas confianza en nuestras fortalezas. Sí, es cierto, tenemos turistas “prestados” de destinos competidores, pero son turistas a convencer para que sigan viendo cuando, en algún momento, el mundo y nuestro entorno recuperen la tranquilidad necesaria y deseable.


@RicardoFPA

lunes, 21 de noviembre de 2016

NUEVO GOBIERNO, VIEJAS RECLAMACIONES…


Se acaba de celebrar el Congreso de la Confederación Española de Hoteles y Establecimientos Turísticos CEHAT en Salamanca. Durante los dos días que duro el mismo se trataron distintos temas de interés para el sector como el relevo generacional en la empresa familiar, implantar medidas de sostenibilidad en los hoteles para aumentar rentabilidad, nuevos modelos de negocio vinculados a la mejoría de los ingresos, rentabilidad de la habitación minuto a minuto, nuevos canales y segmentos en la distribución hotelera, las tecnologías y su aplicación al sector… en definitiva como adaptarse a los nuevos y cambiantes tiempos el primer sector económico y social de España, el turismo.

A la vista queda que la mejoría de la rentabilidad, la distribución y la implantación de tecnologías son y siguen siendo el caballo de batalla en el día a día de los establecimientos alojativos y de la industria turistica.

En la inauguración del congreso, el presidente de CEHAT, Juan Molas, resumió cuales eran con carácter general los cinco temas que preocupan al sector hotelero, y que no son nuevos pero que no dejan de ser actuales y muy necesarios.

Con la formación del Gobierno se planteó nuevamente la vieja aspiración del sector de tener un Ministerio con la máxima transversalidad y autoridad, lo que viene a ser su dependencia del Presidente del Gobierno, o en su defecto un Ministerio único. Tampoco va a ocurrir en esta nueva legislatura, esperando todos que tanto el Ministro como la Secretaria de Estado tenga la capacidad de diálogo y colaboración necesarios para solucionar los problemas de este sector que muchos creen funciona solo.

Acabar con la lacra de la descontrolada oferta ilegal de miles de viviendas de uso turístico que actúan con impunidad a la sombra de plataformas de la mal llamada economía colaborativa, para ello la legislación tanto nacional como más singularmente la autonómica debe ser rigurosa, lo mismo que lo es con los establecimientos turísticos reglados, hoteles, apartamentos, casas rurales, camplngs…

En tercer lugar, las políticas fiscales que garanticen la estabilidad de la actividad presente y futura evitando las tasas turísticas. No habían terminado el Congreso los aplausos de los asistentes en el acto de clausura, y ya se oyen los tambores del posible incremento en los próximos presupuestos del Estado del IVA que se aplica al sector.

Otra de las peticiones para el nuevo Gobierno fue que se continuase con la colaboración público-privada entre Turespaña y el sector, para seguir avanzando en la desestacionalización y la diversificación para conseguir mayores ingresos y mejoras de la competitividad. Algo en lo que todos están de acuerdo, pero que se deben poner además de las palabras los medios para conseguirlos.

Y, por último, la unidad empresarial, básico para evitar la dispersión del mensaje y que las pocas o muchas peticiones que se consigan de las distintas Administraciones no sean finalmente como dice la canción de Ricky Martin “un pasito pa lante un pasito pa tras”

Además, este tipo de encuentros sirven también para reconocer la labor de empresarios y profesionales que han sido por su dedicación, empuje y ejemplo referentes para el sector. Mención especial para Valentín Ugalde, director general de CEHAT por su larga trayectoria al servicio de la hotelería española y a Juan José Hidalgo, presidente del grupo Globalia, Premio Hotelero de Honor.

Finalmente, creo que todos echamos de menos la presencia del Ministro de Turismo Álvaro Nadal, o de la Secretaria de Estado, Matilde Asían, por otro lado comprensible dado su muy reciente nombramiento- Al nuevo gobierno le tenemos que dar tiempo para que conozcan los problemas del sector y nuestras viejas reclamaciones, quien sabe, igual en el próximo Congreso hotelero nos felicitaremos todos por haberlas conseguido…



@RicardoFPA