lunes, 11 de julio de 2016

A VUELTAS CON LA ECOTASA



A VUELTAS CON LA ECOTASA


Según se recoge en Wikipedia, “Ecotasa es el nombre para las tasas o impuestos ecológicos. El nombre ecotasa proviene del prestigioso instituto norteamericano Worldwatch, en su informe denominado «El estado del planeta en 1995» subrayando la necesidad de que este tipo de gravámenes sustituyan parcialmente algunos impuestos”.

Además indica que “los tributos de tipo ambiental son aquellos impuestos, tasas y contribuciones especiales que establecen un incentivo a la protección ambiental, o compensan los daños ocasionados al medio ambiente por sujetos que soportan la carga tributaria”.

Corría el año 2003 cuando en Baleares, su gobierno autonómico, tuvo la feliz idea de implantar algo parecido a una ecotasa, porque según se decía entonces, el turista y sólo el turista dañaba el medioambiente y el entorno de esas islas. En nuestro país todo el sector turístico, y especialmente los empresarios baleares, recuerdan lo que aquella medida supuso para la industria. Un auténtico desastre, y  pasaron varios años hasta que se recuperó la imagen del destino.

Decir que solo los turistas alojado en establecimientos turísticos reglados son nocivos para el entorno fue el error de entonces, y ahora se vuelve a repetir.

La ecotasa 2.0 o como se ha denominado ahora, impuesto de turismo sostenible, tiene o tendrá por objetivo con lo recaudado el desarrollar proyectos turísticos o medioambientales, y no el tapar los déficit de financiación o el cuadrar las cuentas, que viene a ser lo mismo.
No nos engañemos, es lo mismo que la otra vez aunque le cambien el nombre o al menos eso es lo que parece a todas luces.

Yo me pregunto, ¿no recauda el sector turístico en su conjunto ya recursos para las administraciones públicas? Según el último informe publicado por Exceltur sobre las cuentas satélite del turismo en Baleares, Impactur 2014, nada más y nada menos que 1.890 millones de euros, el 40,4% del total de impuestos.

Las voces favorables a esta medida dicen que no afectará, que la cantidad es casi simbólica y que lo máximo que se pagará serán 2€ por día y persona, que en una estancia de una semana son solo 14€, nada y menos. Además que la situación internacional, el cierre de destinos competidores, etc. no afectará a corto plazo por la implantación de esta medida.

Por el contrario, turoperadores y empresarios, más conocedores de la realidad del mercado, saben que estas medidas de carácter generalista lanzan un mensaje muy negativo a los mercados: el turista contamina y debe pagar. 

Personalmente, y como norma, yo no veo positivo este tipo de medidas para un destino turístico. En el caso de Baleares, como también ocurre en Canarias, somos un destino de sol y playa de masas, en ambos casos la aportación vía impuestos de todo tipo es más que respetable (en el caso de Canarias 1.827 millones de euros, 30,4% del total de impuestos según Exceltur).

El debate de la ecotasa en Canarias es algo recurrente que cada legislatura se plantea ante la necesidad de buscar más recursos y de poner una y otra vez sobre la mesa y ante la opinión publica que el turismo puede aportar mucho más de lo que ya hace. En la pasada legislatura fue algo que nunca se planteó por parte del Gobierno. Se redujo la inversión en promoción, o en infraestructuras turísticas pero no se tomó en consideración. Sí se subió el IGIC algo que por otro lado se hizo de manera obligada para mantener mucho de los servicios esenciales y fue duramente criticado por los empresarios en general y, particularmente, por los turísticos que no pudieron repercutir buena parte de esa subida.

Ahora, igual que antes, algunas voces en el Parlamento reclaman una medida similar a la balear bajo la hipótesis de incrementar la recaudación en unos 70 u 80 millones, según sus estimaciones. Ahora, igual que antes, el Gobierno de Canarias ha respondido rotunamente no a este tipo de medidas.

Siguiendo con las comparaciones o similitudes siempre en estos debates se pone el caso de Barcelona, o Cataluña, donde se ha implantado una tasa por pernoctaciones. Según los datos oficiales, en 2015 se recaudaron 43,5 millones de euros en Cataluña con esta medida, más de la mitad unos 23 millones fueron en Barcelona y su zona de influencia. Y es que no es lo mismo un destino urbano que uno de sol y playa. 

Hace unos días leía que en la isla de Lobos se ponía una tasa por visitarla, que además, limitaba el número total de visitas anuales, y que lo recaudado serviría exclusivamente para mantener el frágil entorno de la isla. Y tengo que decir que me parece bien, ¿la diferencia? Se paga por un hecho determinado, igual que cuando se va a un museo, se presta un servicio concreto.

Medidas similares se aplican ya por ejemplo en el Parque Nacional de Timanfaya, y se habla también de hacerlo en el Parque Nacional del Teide, donde tampoco me parece mal si se da un servicio o se paga por algo concreto y lo recaudado se destina a la preservación de un espacio tan singular.

Esta reflexión empezaba con la ecotasa y su aplicación en Baleares, donde mucho me temo y como dice la canción “tropecé de nuevo y con la misma piedra”.




@RicardoFPA

lunes, 4 de julio de 2016

¿CUÁL ES LA CLAVE DEL WIFI?



¿CUÁL ES LA CLAVE DEL WIFI?

Los tiempos cambian, y los gustos de nuestros clientes con ellos. Lo inteligente es adaptarnos a ellos. Las “nuevas tecnologías” han irrumpido en nuestra vida y forman parte de ella con toda la naturalidad, y cuando nos vamos de trabajo o vacaciones queremos seguir con nuestros hábitos y costumbre en un entorno comodo.

Mucho se ha dicho sobre la wifi en los establecimientos. Si miramos atrás en el tiempo nos encontramos con que antes un elemento importante, quizás no esencial de las habitaciones era disponer de un teléfono para que en la comodidad de la misma poder hablar sin tener que recurrir a las cabinas de teléfono. Ya no nos acordamos casi de ellas pero formaron parte del decorado de los hoteles, y de sus servicios, hasta hace unos pocos años. Todavía podemos encontrarlas en muchos de ellos como un espacio “muerto” que aun exigen en algunas normativas autonómicas de nuestro país.

El desarrollo de los móviles, smartphones, tabletas y antes de ellos los portátiles hicieron que los hoteles se tuvieran que adaptar. En hoteles de ciudad sobre todo aparecieron las clavijas para conectarse en la habitación vía LAN, pagando un precio alto, pero es que también la instalación en ese momento lo era. Después aparecieron los accesos por modem para portátiles, el cliente que tenía ya la necesidad de estar conectado venía con su acceso “bajo el brazo” pues no estaba seguro de si el hotel tendría un servicio de internet y cual sería, en su caso, su precio.

Todo esto ocurrió en pocos años, y los primeros hoteles, aquellos que siempre son los visionarios, empezaron a instalar wifi en las zonas comunes de los hoteles, y tímidamente en algunas plantas del hotel. Las inversiones que suponían estas instalaciones seguían siendo importantes pero se empezaba a detectar la demanda del cliente. Con la eclosión de los teléfonos “inteligentes” o smartphones nuestros hábitos han cambiado, y han cambiado mucho.

Ahora compartimos nuestra vida en tiempo real, ya sea en Facebook, email o vía WhatsApp, estamos conectados en todo momento. Queremos ver ese correo electrónico, la foto que nos envían para confirmar un pedido o una compra o simplemente por diversión con uno de los múltiples grupos de WhatsApp que todos tenemos. Ya sea en la calle, en el restaurante o en el centro comercial, nuestros hábitos de comunicación han cambiado de manera notoria. Ha cambiado nuestra forma de comunicarnos.

En toda esta revolución, que en mi opinión sigue y seguirá cambiando nuestra forma de vida, se encuentran los alojamientos turísticos. La wifi, la conectividad, es una necesidad que los clientes tienen y debemos escucharla. No hace mucho tiempo, un importante hotelero me confirmaba que iba a sustituir el costoso sistema de video bajo demanda en las habitaciones por un servicio de calidad de wifi en las mismas. Los resultados y los índices de satisfacción crecieron.

Estudios sobre este tema se han hecho muchos. Por ejemplo el de Forrester Consulting que dice que el elemento más valorado de una habitación es con un 90% la wifi. Otros estudios señalan la wifi gratis por encima del desayuno como un elemento fundamental a la hora de elegir un hotel.

Con todo, yo comparto un término acuñado en un informe sobre este tema del Instituto Hotelero Español, ITH, el Freemium. Un hotel debe contar con una wifi de calidad, en todas sus instalaciones, ya sea de ciudad, de playa o montaña, que permita al cliente por estar conectado para ver su correo, consultar sus páginas favoritas o utilizar su WhatsApp, y todo ello gratis. Si alguno quiere o necesita pasar al siguiente nivel, ver videos o películas a demanda eso sí podría tener un precio, razonable y justo.

Desde luego la inversión necesaria a día no es la que era hace diez años, y las soluciones posibles son también muchas y variadas. Desde un punto de acceso por habitación a través del mismo cable de la antena de televisión, a los punto de acceso en pasillos o zonas comunes de alta capacidad, si hoy no se tiene wifi que ofrecer a sus clientes, está perdiendo competitividad.

Finalmente, si alguien piensa que esto de la conectividad es cosa de los jóvenes, los nativos digitales, se equivoca. Nuestros clientes 55+ tambien son usuarios potenciales y quieren disfrutar de las posibilidades que da el compartir las experiencias. La wifi no conoce de edades.

La próxima vez que vaya a un establecimiento alojativo, recuerde preguntar ¿cuál es la clave del wifi? La respuesta es….

@RicardoFPA



Escrito: 2 julio 2016

sábado, 2 de julio de 2016

Y POR QUE NO…



Y POR QUE NO…

Una pregunta que seguramente nos habremos hecho en más de una ocasión es, ¿y por qué no me lo ofrecen? Esto se podría aplicar a muchas cosas que tenemos aquí y que por un motivo u otro no lo hacen. Pero la pregunta va dirigida a un producto en concreto, el vino. Causa extrañeza que nuestros restaurantes, en un alto porcentaje, sean del tipo que sea no nos ofrezcan de entrada el vino de aquí, el vino de Canarias.

Cuantos de nosotros hemos ido de viaje a la Península y nos encontramos que cuando nos sentamos a la mesa, tenemos delante una botella de vino de la zona o de la región. Cuesta entender y mucho más encontrarnos con que en un restaurante de Galicia el primer vino que ofrezcan no sea un Ribeiro o un Albariño. Si nos vamos hacia Álava o la propia Comunidad Autónoma de la Rioja es obvio que nos ofrecerán de primeras un rioja. Lo mismo nos ocurrirá cuando vamos a las distintas zonas de Francia, Italia o Alemania… ¿un vino francés en el Rin? No lo creo.

Y entonces, ¿porque aquí no somos capaces de ofrecer lo que tenemos y además nos distingue? No aspiro a que solo tengan vino de cualquiera de nuestras denominaciones de origen en los restaurantes, eso no sería bueno ni para el negocio ni para la propia competencia que tan sana es siempre. ¿Pero porque cuando vamos a un restaurante nos encontramos en la mesa una botella, de vinos de Rioja, Penedés o de Italia?

Un ejemplo rotundo es el de las pizzerías, no solo ofrecen vino italiano, sino que el agua embotellada también lo es de ese país. Y esto me causa, al menos a mí, una sana envidia. Seguramente la respuesta a todas estas preguntas es que es más barato. Pero, ¿no debería ser el cliente el que decida si es caro o barato? ¿No debería ser el cliente el que decida en base a la oferta que recibe? Yo creo que sí.

Hace unas semanas vi en los medios la penúltima iniciativa de las Administraciones, en este caso concreto del Gobierno de Canarias promoviendo el consumo de los productos canarios en los hoteles, y eso es positivo y más que loable. Pero una vez más las miradas se dirigen solo hacia los hoteles, y no, al menos yo no lo he visto, hacia todos esos cientos o miles de restaurantes que afortunadamente tenemos en nuestra tierra. Por algo se empieza. Pero el cliente no solo come en los hoteles, también lo hace fuera de ellos.

Proyectos como este ha habido también en el pasado cercano y lejano, y no termina de calar la consciencia de que tenemos unos productos singulares, de calidad, diferentes en sus atributos, que estoy convencido que una vez probados convencen sin grandes esfuerzos. El turista, el cliente, a fin de cuentas, quiere experiencias distintas, esta ávido de conocer y debemos hacer esfuerzos en este sentido. Por eso espero que esta nueva iniciativa tenga mucho éxito, no solo por el bien de nuestros viticultores, sino también por la experiencia y satisfacción de nuestros turistas.


@RicardoFPA




Escrito 19 junio 2016

NO TE LO VAS A CREER



NO TE LO VAS A CREER.

La frase “Canarias esta viviendo un momento dulce” no se acuño ayer, afortunadamente para nuestra  Comunidad llevamos ya varios años de “dulces” resultados turisticos. Practicamente en una tendencia continuada desde principios de 2011. Todos los meses al hacer balance mes a mes, con el trimestre o con el año anterior, nos llevamos una grata sorpresa. Seguimos creciendo.

Algunas voces, cualificadas, hablan que esto tiene un techo, los trece millones, que casi con toda seguridad se conseguiran este año. Antes se batieron otros records que parecian igual de inanlcanzables. Ya suenan lejanos los diez, once o doce millones que tuvimos en 2012 o 2013 o 2014. Desde la prudencia se decia que esto eran cifras muy importantes, las mejores de la historia de Canarias, que en algun momento podriamos caer algo, poco pero algo… La realidad, los datos con su frialdad o calidez a veces, son tozudos y han seguido creciendo.

Un pequeño insiso, no pensemos solo en el numero de turistas, que esta bien, sino en la rentabilidad de cada uno de esos turistas, y me refiero al gasto en destino, y aquí tambien las cifras son tozudas, y siguen creciendo.

En unos dias cuando salgan los datos oficiales probablemente escuchemos que “hemos cerrado el mejor mayo de la historia”, nuestro mejor peor mes del año. No olvidemos que tradicionalmente los meses de abril, mayo y junio son los de peor ocupacion. Es el cambio de temporada turistica del invierno al verano, y estos meses siempre han sido malos, menos estos ultimos años. Y eso esta bien.

Llegados a este punto, y a escasos dias que comience el verano, los datos no seran ni mucho menos diferentes a los que ya vamos conociendo. Una referencia importante para conocer la tendencia es el numero de plazas de avion disponibles por temporada. El dato no puede ser menos espectacular, aproximadamente un 20% de crecimiento frente a la temporada anterior. Siempre me dicen, no hables en porcentajes, di las cifras, ese porcentaje equivale practicamente a 1.100.000 plazas mas en destinos extranjeros. Quien dijo que Reino Unido o Alemania eran mercados maduros donde dificilmente se podia crecer mas. Pues nos equivocamos. Y con la Peninsula, tradicional mercado para Canarias en verano tambien crecemos unas casi nada despreciables 200.000 plazas mas. Estas plazas luego se tienen que confirmar, se tienen que llenar, pero ya quisieran otros destinos competidores de Canarias estar en esta tesitura, porque sin plazas de avion no se llega al mejor clima del mundo.

Esta reflexion empezaba con un “no te lo vas a creer”, y es que no te lo vas a creer pero vamos a tener seguramente el mejor verano de la historia de Canarias si todo sigue el camino que lleva.

@RicardoFPA


Escrito: 2 junio 2016