He dicho en varias ocasiones que no parecería normal, o no debe ser lo
normal, que un visitante llegue a un sitio y pida lo mismo que come en su
ciudad o pueblo por muy bueno o especial que sea ese plato. Todo visitante
“curioso” intentara además de visitar los atractivos de un destino, aprovechar para saber algo más de sus
gentes a través de la gastronomía.
El “Plan Estrategico Promocional Islas
Canarias 2012-2016”
analizaba todas las oportunidades para desarrollar productos turísticos que
incrementaran el número de visitantes o la experiencia de estos en el destino.
La gastronomía tenía un volumen muy reducido con un potencial de crecimiento
pequeño a futuro como elemento tractor propio, pero ponía de manifiesto lo
importante que es la gastronomía para el turista que viene por otros motivos a
las islas o por el alto valor que aporta a la imagen del destino. No nos engañemos no somos un destino
gastronómico, pero nadie duda que nuestra gastronomía y peculiaridades de
nuestros productos de calidad reconocida aportan un gran valor al turismo.
Existen tres tipologías de clientes frente a la gastronomía. Están aquellos
que planean sus vacaciones en función de ella, los que incorporan la
gastronomía en sus expectativas, pero no es una motivación principal, y
aquellos que no lo contemplan o deciden sobre la marcha donde comer. Y esto es
importante a la hora de elegir una estrategia promocional del destino.
Si miramos algunos datos vemos que en general la restauración en Canarias
tiene una buena nota, según las encuestas el Instituto de Estadistica de Canarias ISTAC, un 7,9 de media, pero un 8,2 en cuanto al trato
personal en los restaurantes. Como destino turístico somos más parecidos a República
Dominica o Cuba que a País Vasco o Francia. Es decir, más un destino de sol y
playa que uno de oferta gastronómica reconocida. Esto nos lleva a elegir entre
una estrategia de especialización como por ejemplo tiene claramente La Rioja o País
Vasco, o una estrategia de diferenciación es decir experiencias gastronómicas
en un destino como por ejemplo podemos ser nosotros, Islas Canarias.
Comparto la línea de trabajo que se ha marcado el Gobierno de Canarias a
través de Turismo de Canarias al intentar conseguir como reto un destino de
sol, playa y naturaleza con la mejor oferta gastronómica. Si vemos el “Estudio de segmentación del turista de sol
y playa” se definen los
perfiles de los visitantes según sus preferencias y motivaciones, unas quince
categorías y subcategorías, los Simpson, la pandilla, los Soprano, sibaritas
modernos, espectadores, hiperactivos acuáticos, etc. De todas estas categorías
estudiadas varias presentan inquietudes por la gastronomía, son el público
objetivo al que debemos atender para mejorar sus expectativas en el destino y
conseguir el objetivo deseado. Es imposible o mejor dicho no se puede ni se
debe pretender abarcar a todos los turistas, al menos no con garantías de una
estrategia de éxito. Pero si podemos afinar para llegar y cautivar a aquellos
que buscan lo auténtico de un destino. Ese debe ser nuestro objetivo, y por el
camino ofrecer “píldoras” a todos aquellos que podamos y quién sabe si con eso,
cuando repitan, que seguro lo harán vienen buscando nuestro nuevo modelo de sol
y playa. Un modelo que pretende que el turista saque el máximo partido de su
experiencia vacacional.
Ya tenemos los datos, hemos fijado el objetivo solo queda implantar la
estrategia que convierta a las Islas Canarias en un destino de sol, playa y
naturaleza con la singular y diferenciada oferta gastronómica.
@RicardoFPA
No hay comentarios:
Publicar un comentario